ENSEÑANZA

Enseñar no tiene nada que ver con la autoridad, tiene que ver con la generosidad y la humildad. Generosidad al compartir por un lado la experiencia y por otro la necesidad de aprender. Humildad porque se crece desde las preguntas y no desde las respuestas absolutas.

Enseñar no puede ser unidireccional: el tiempo compartido durante una clase tiene que alimentar tanto a quien transmite como a quien recibe.

Primordial es reconocer a quien tienes frente a ti. Descubrir qué busca, qué necesita, cuáles son sus límites, sus capacidades, sus anhelos. Por ello, la esencia de la enseñanza es observar, escuchar, preguntar y encontrar la palabra y la imagen justas para explicar tu experiencia.

Me apasiona enseñar, dando clases recibo tanto como lo que doy:

  • En el Monasterio de Hautrive donde la comunidad de monjes cistercienses me ha abierto sus puertas y sus corazones.

Gracias a tod@s vosotr@s!